Cuando hablamos sobre producción musical, hay dos temas a los que no se les da la misma importancia que a la mezcla y al mastering, y que considero especialmente importantes; estos son el diseño sonoro y la estructura en sí de la canción. Diseño sonoro: Empezando por el diseño sonoro, este es, en mi opinión, más importante que la mezcla y el mastering, porque podemos tener una mezcla que suene mejor o peor, más nítida o menos nítida, podemos tener un master hecho por uno mismo o por un profesional (habrá diferencia obviamente, no digo que no), pero hay algo que no puede arreglarse ni mandándola a un estudio de mastering, ni pidiéndole a alguien que te ayude con la mezcla, ni de ninguna manera; el diseño sonoro. Si el diseño sonoro de la canción es malo, la canción es mala. No importa lo bien mezclada que esté o lo alta que suene con respecto a otras producciones profesionales, si una mezcla no tiene buenos sonidos la canción no va a resultar agradable al oído (una caja que suene fuera de lugar con el resto de elementos percusivos, un sintetizador que no se complemente correctamente con el resto de elementos, un kick malo…). Si pudiésemos medir la importancia que tienen en producción musical el diseño sonoro, la mezcla y el mastering, yo diría que el diseño sonoro sería un 65%, ya que es la base sobre la que se sustenta todo, y como ya dije antes, si una mezcla tiene sonidos que desentonan o no son coherentes entre sí, la canción va a ser difícil de escuchar. La mezcla sería un 30%, porque es una parte bastante importante; obviamente si la mezcla es un desastre la canción también lo será, pero si el diseño sonoro es muy bueno y la mezcla es aceptable sin más (correcto balance de frecuencias para evitar ininteligibilidad, correcto balance de volúmenes, buena imagen estéreo para generar interés y volumen general estándar) la canción será buena. Por último, le daría un 5% de importancia al mastering. Es un proceso importante también, pero si tu mezcla suena bien de por sí, no se necesitará demasiado procesamiento en el master. Aparte de que el mastering es un procesamiento final en el que se intenta pulir la mezcla, nada más. Lo normal cuando estamos produciendo música es centrarnos mucho más de lo que deberíamos en que la mezcla quede lo más perfecta posible (llegando a veces a sobre procesarla y obteniendo un resultado no muy bueno, por cierto), y no digo que querer obtener una muy buena mezcla esté mal, pero debería dársele igual (o incluso más) importancia a que el diseño sonoro sea lo que más destaque; no solo porque el proceso de mezcla se hará más fácil, al ser los sonidos usados de nuestro agrado desde un principio, sino también porque lo que más va a conectar con el público es una canción con buen diseño sonoro, frente a una canción con diseño sonoro mediocre, pero mezcla perfecta. En resumen, lo ideal es tener una buena mezcla y un buen diseño sonoro, por supuesto, pero si hubiese que elegir alguna de las dos frente a la otra, es preferible tener una canción con un muy buen diseño sonoro y una mezcla aceptable, a una canción con diseño sonoro mediocre y una mezcla perfecta, o casi perfecta. Con diseño sonoro me refiero a: • Samples bien escogidos: En primer lugar, que se ajusten correctamente al género en el que estas produciendo, y luego, que encajen y se complementen. Por ejemplo: o Si estas produciendo “House” lo normal es que un kick de “Hardstyle” o “Lo-Fi” no encaje correctamente. o Dependiendo del tipo de canción será mejor escoger unos sonidos frente a otros, incluso dentro del mismo género. Habrá ocasiones en las que unos hihats muy estridente encajen y otras en las que resulten muy desagradables. Lo mismo con el resto de elementos percusivos. En bastantes ocasiones, por ejemplo, resulta complicado encontrar un sonido de caja que se integre a la perfección con el resto de la percusión, por lo que encontrar el mejor sonido posible hará una gran diferencia. o Lo mismo para elementos de ambiente o de transición, como ruido blanco; si no encuentras sonidos que se ajusten perfectamente, lo más probable es que queden forzados o fuera de lugar. • Instrumentos, virtuales o reales, bien escogidos: Instrumentos que llamen la atención del oyente y que se complementen entre sí, teniendo siempre en mente el propósito de cada uno (lead principal, pads para crear ambientes…) • Efectos creativos bien escogidos y correctamente utilizados: dependiendo del género habrá efectos creativos que encajaran mejor que otros, como una saturación muy agresiva en guitarras o voces en Rock, o reverbs y delays muy marcados en House progresivo. • Elementos interesantes y que se complementen con los elementos principales: efectos de transición, “ear candy”, “fillers” ...
Estructura: Pero no todo recae en tener un buen diseño sonoro a la hora de crear una canción que guste, también es muy importante la estructura de esta. Una canción con mala estructura puede resultar pesada o poco satisfactoria de oír, ya sea porque la parte más interesante dure menos de lo que debería, porque la canción en general sea demasiado larga, o porque la evolución de la canción sea poco gratificante, entre otros problemas. Con “estructura de una canción” me refiero a las diferentes partes de la canción (verso, estribillo, puente…) y a cuánto dura cada parte. Cada genero contará con diferentes estructuras, por lo que es importante tener como referencia algunas canciones que nos gusten del género que estamos produciendo, para fijarnos en las diferentes partes de su estructura y en como transicionan estas, fijándonos también muy bien en como evoluciona cada parte de la canción (adición o sustracción de elementos, transiciones…) Si la estructura de tu canción es mala lo único que conseguiremos es que la producción suene amateur. Existen varias formas de evitar esto: • Como comenté antes, referenciarse usando canciones cuya estructura nos guste puede resultar muy útil si nos sentimos perdidos, o si pensamos que nuestra estructura no es la correcta por el motivo que sea. En la línea de tiempo de cualquier DAW es muy sencillo marcar cada una de las partes de la canción de referencia para ver así claramente su estructura. • Una vez tengamos clara nuestra estructura, conseguir que cada parte sea dinámica e interesante es vital; ya sean partes de transición o partes principales. Es fundamental mantener interés a lo largo de toda la canción para no aburrir al oyente. Se puede generar interés de muchas formas; añadiendo o quitando elementos, creando variaciones al final de cada barra, o incluso creando partes muy distintas para generar mucho contraste y sorpresa. La idea es que la canción no resulte tediosa de escuchar y mantenga siempre el interés. Obviamente todo lo que he comentado tiene sentido cuando se está creando una canción desde cero, y si lo único que se te encarga es mezclar o masterizar la canción, porque la misma ya ha sido hecha, por alguien no nos tenemos que preocupar de nada de lo antes mencionado.
Para resumir, y en mi opinión, el diseño sonoro y la estructura de una canción son los factores en los que más debe fijarse un productor si quiere destacar sobre el resto de artistas, ya que todos en algún momento tienen que aprender a usar herramientas como ecualizadores o compresores para conseguir mezclas profesionales, pero lo que nace de cada uno es la creatividad y el usar sonidos que más llamen su atención. Habrá gente que mezcle mejor que otra, o que tenga un mejor entendimiento de las herramientas que todos usamos y tenemos a la mano, pero lo que es único de cada uno, o lo que debería serlo, es su forma de crear música. Para mí, es mucho mas interesante, sobre todo si eres un productor novato, invertir en herramientas para mejorar tu diseño sonoro, como podrían ser los “sample packs”, o los “presets” que se venden para distintos sintetizadores, antes que hacerlo en plugins de herramientas que ya vienen incluidas en cualquier DAW, o de la que existen infinidad de versiones gratuitas y de excelente calidad, como ecualizadores, compresores o saturadores. No digo que no sea buena idea, llegado cierto punto, adquirir plugins premium para mezcla, obviamente marcan la diferencia, pero no la marcan tanto como para priorizar obtenerlas a conseguir buenas herramientas relacionadas al diseño sonoro, especialmente si eres novato y no estas aun familiarizado del todo con las herramientas básicas de un DAW. Las herramientas básicas que vienen en cada DAW son más que suficiente para obtener buenos resultados de mezcla, pero los “sample packs” y “presets” por defecto no suelen ser igual de buenos, aparte de que es interesante conseguir sonidos más específicos para el género, o géneros, que queramos producir. El público general no suele ser capaz de distinguir si una mezcla es ligeramente mejor o peor que otra, lo único que importa es que la canción destaque por lo que es.