El kick es, en música electrónica (y cada vez en más géneros), uno de los elementos más importantes si queremos conseguir una mezcla que se sienta realmente sólida, disfrutable y profesional. Al decir ‘uno de los elementos más importantes’ me refiero a que es absolutamente crucial que encaje perfectamente en el contexto de la mezcla; primero, porque es uno de los principales encargados de crear ese sentimiento de “groove” o ritmo en la canción (junto con el resto de elementos sub-graves y de percusión en la mayoría de casos) y segundo, porque al ser el kick un elemento que está sonando constantemente durante gran parte de la canción es necesario que este no suene mal o fuera de lugar, porque lo único que conseguiríamos de otra forma es una mezcla difícil de escuchar. • Escoger bien el kick: Lo primero en lo que nos tenemos que fijar es en que el kick esté diseñado para el género en el que estamos produciendo (evidentemente), ya que difícilmente un kick de “hardstyle” va a encajar en una canción de “lo-fi”, por ejemplo. Dicho esto, no todos los kicks son iguales o cumplen con los mismos propósitos. Los hay de muchos tipos; cortos, con pegada y menos carga de frecuencias graves, con apenas pegada y mucha carga de frecuencias bajas… el caso es que, dentro del género que estés produciendo, habrá una gran variedad de kicks distintos de donde escoger, y tenemos que decidirnos por uno que nos convenza y nos inspire. Otro aspecto que considero importante a la hora de elegir un kick es que éste no necesite excesivo procesamiento para sonar bien. Es conveniente encontrar un kick que suene bien sin necesidad de aplicarle apenas procesamiento en un inicio, y una vez estemos mezclando los distintos elementos, aplicar el procesamiento necesario. No estoy diciendo que no se pueda escoger un kick y sobreprocesarlo hasta conseguir un buen resultado, pero hacer esto es mucho más complicado y en muchos casos el resultado que se obtiene suele ser peor, a no ser que sepas muy bien lo que estás haciendo o se te dé muy bien el diseño sonoro en general. • Longitud temporal y forma y de onda: Una vez hayamos escogido un kick que nos guste hay ciertas características del mismo que debemos tener en cuenta. o Longitud temporal: En resumen, como de largo o corto es. Este aspecto será especialmente importante durante el proceso de mezcla.
Supongamos que te diesen a escoger entre dos kicks exactamente iguales, con la única diferencia de que uno es más largo que el otro. Lo normal es que prefirieras el largo, ya que al sonar durante más tiempo parece hacerlo a mayor volumen. El problema de escoger este es que el resto de elementos graves, como el bajo, tendrán menos espacio en la mezcla, ya que el rango de frecuencias sobre el que se mueve el kick suele ser muy conflictivo, y es conveniente que este tipo de elementos no suenen al mismo tiempo, para evitar así solapamientos o falta de inteligibilidad. Por tanto, este kick, que a priori nos gustaba más que el otro, sería más problemático en el proceso de mezcla.
Es crucial por lo tanto crear separación entre kick y bajo, para facilitar el proceso de mezcla y obtener un sonido más nítido. La mejor manera de conseguirlo es hacer que estos no suenen a la vez, evitando así el solapamiento frecuencial, por eso es tan importante la longitud temporal del kick, ya que, para que kick y bajo no suenen a la vez, el kick debería dejar de sonar una vez entre el bajo. Teniendo todo esto en cuenta, por ejemplo, si el kick durase la mitad de un compás, el bajo debería ocupar la mitad restante. (ADJUNTAR FOTO) Adicionalmente puede hacerse “sidechain” al bajo con respecto al kick para conseguir un resultado más limpio aun.
Hay diferentes escenarios en los que el kick y el bajo pueden convivir en armonía; si el bajo es un instrumento predominante y necesita mucho protagonismo se podría conseguir un buen balance entre kick y bajo si el kick fuese corto, dejando así todo el espacio necesario al bajo. En el caso contrario en el que el kick fuese largo, el bajo debería ser más corto para ajustarse mejor a la mezcla.
La idea de todo esto al final del día es conseguir un low-end bien definido y balanceado, al hacer que kick y bajo se complementen a la perfección.
Hay escenarios sin embargo en los que el kick y el bajo van a tener que compartir espacio (cuando el bajo es sostenido en el tiempo, por ejemplo). En estos casos que lo que se buscaría sería que kick y bajo interfieran el uno con el otro lo menos posible, ya sea a través de sidechain, ecualización o cualquier otro procesamiento que impida que suenen correctamente.
o Forma de onda: para que un kick se escuche de forma transparente en todos los dispositivos normalmente suele necesitar tener una buena pegada. La pegada representa el componente agudo del kick, por eso es la parte del kick que mejor se escucha en cualquier dispositivo. Si el kick por sí solo no tiene suficiente pegada siempre puede aplicársele compresión o juntarse por capas con un click o similar.
Puede ser también que cuente con demasiada cola y aporte información grave en exceso. Siempre puede arreglarse con algún “volume shaper” o editando el clip.
En resumen, hay que ajustar correctamente el ASDR para que encaje a la perfección en la mezcla. • Dinámica: Normalmente queremos que el volumen de pico del kick se encuentre en torno a -6dbs en el master. El kick, dentro de la percusión (y en la mezcla general), suele ser el elemento con mayor volumen de pico. Esto es clave para conseguir que el kick suene correctamente, ya que si el kick no destaca lo suficiente en volumen con respecto al bajo, el low-end de la canción será ininteligible, por lo que si el kick tiene un volumen de pico muy inferior al del resto de elementos de percusión, o es muy similar al del bajo, probablemente nuestro kick no se encuentre correctamente balanceado en volumen.
En el otro extremo, otro error común es que el kick (o el low-end en general) destaquen demasiado o tengan demasiado protagonismo, creando desbalances. Una forma interesante de ajustar volúmenes es, una vez tengamos el kick picando en -6dbs en el master, ponerlo en “solo” e ir añadiendo elementos uno a uno, ajustando sus respectivos niveles de volumen hasta que nos suene bien el conjunto. Esto no garantiza que nuestra mezcla este perfectamente balanceada desde un inicio, pero es un gran punto de partida para que nuestra esta suene correctamente. Este consejo se debe utilizar lo antes posible, una vez tengamos un número considerable de elementos en nuestro proyecto.
En resumen, al ser el kick uno de los elementos más importantes, hay que saber bien como tratar bien con él, para conseguir así un resultado profesional. Lo primero sería escogerlo correctamente (seguramente el paso más importante), luego, procesarlo y editarlo de manera conveniente, dependiendo del contexto de la mezcla, y por último conseguir un correcto balance entre el kick y los elementos que conformen el low-end, así como también entre el kick y el resto de la mezcla.