Antes de empezar; no soy experto en acústica ni nada parecido, pero voy a hablar sobre lo más importante relacionado a la percepción del sonido a la hora de trabajar en una mezcla. Hay muchos casos en los que podemos pensar que estamos haciendo algo bien y luego resulta que no es así, ya sea por el tipo de equipo que usamos o por las características de nuestra sala, entre otros factores. Equipo: Para empezar, y como es evidente, lo principal es tener un buen sistema de escuchas a la hora de trabajar en tus mezclas. Idealmente esas escuchas deberían ser un par, o dos, de monitores de estudio con respuesta en frecuencia plana, o lo más neutra posible, y tu sala debería estar tratada acústicamente de alguna manera. De esta forma nos aseguramos de obtener el sonido más objetivo posible. teniendo dos pares, uno principal y otro secundario de menor tamaño, podríamos contrastar fácilmente nuestra mezcla en dos dispositivos de diferentes características, ya que a mayor es el diámetro de la membrana, mayor facilidad para reproducir frecuencias graves tendrá el monitor, por lo que con un par secundario de monitores de menor tamaño podríamos escuchar nuestra mezcla desde una perspectiva diferente. Problemas relacionados a reflexiones de sala: El tratamiento acústico de una sala es complejo de realizar correctamente, pero necesario e importante para evitar problemas de percepción sonora. Una buena opción es adquirir paneles acústicos para absorber y reflejar el sonido de manera controlada, minimizando la reverberación y el eco. La razón por la que debemos evitar reflexiones acústicas en las paredes de nuestro estudio es para no cometer errores en mezcla producidos por una falsa percepción del sonido. Voy a poner un par de ejemplos para que se entienda bien lo que estoy diciendo: • Vamos a suponer que tenemos una línea de bajo tocando 4 notas (una por cada compás); tres de ellas, bajo nuestro punto de vista, suenan bien (sensación de volumen similar, rango frecuencial adecuado…), pero la cuarta suena mal, ya sea porque se percibe a mayor volumen, porque parece haber solapamiento frecuencial (lo que provoca que el sonido “retumbe” (reflexiones)) o por lo que sea, pero relacionado alta percepción de volumen. Lo normal en estos casos sería usar un ecualizador para atenuar el volumen en el rango de frecuencias problemáticas de esa nota hasta conseguir que todo suene homogéneo, junto con algún otro procesamiento más si se viese necesario. Una vez solucionado el problema procedemos a escuchar la línea de bajo en algún otro dispositivo (que reproduzca correctamente este rango de frecuencias), como un par secundario de monitores o unos auriculares, y nos damos cuenta de que la nota del bajo que habíamos arreglado no suena nada bien en ninguno de los otros dispositivos, pero sí lo hace en los altavoces en los que detectamos inicialmente el problema. La explicación es sencilla; hemos sido engañados por las reflexiones de sala producidas por las frecuencias de esa nota en específico sobre el sitio en el que estamos sentados, lo que ha hecho que se percibiesen a mucho mayor volumen del normal o con frecuencias resonantes donde no las había, cuando la realidad es que las 4 notas sonaban bien desde un inicio.
• No sé si alguna vez os habréis dado cuenta, pero el caso anterior es similar al que se da cuando estas escuchando música en la ducha con un altavoz bluetooth y en alguna canción percibes que alguna nota dada por el bajo retumba mucho más de lo normal. Eso es debido a las reflexiones que se producen en el baño. La diferencia que existe entre este ejemplo y el anterior es que en el otro teníamos la posibilidad de atenuar esa nota del bajo, y en la segunda no. Si en el segundo ejemplo tuvieses la posibilidad de procesar de otra manera el bajo, pasaría lo mismo que en el primer caso; estropearías el balance, habiendo sido engañado por las reflexiones de la sala.
Hay que tener mucho cuidado con este tipo de situaciones; la mejor forma de evitarlas sería, primero, tratar acústicamente la sala, obviamente, pero si aun así no consiguiéramos solucionar el problema del todo, tendríamos que usar plugins de monitoreo de señal que nos enseñen el comportamiento de las frecuencias, el volumen general, la imagen estéreo, y demás información, para ver si realmente existen esos problemas que nuestro oído detecta y que podrían, o no, existir. Si en cierto punto de la canción piensas que hay un rango de frecuencias con demasiadas resonancias, pero visualizas con alguno de estos plugins que todos los valores son normales, probablemente se trate un problema de reflexiones. De todas formas, habría que comprobar en todos los dispositivos posibles si se trataban de reflexiones o no. Un plugin que nos puede ayudar a visualizar todas estas características es “SPAN”, ya que cuenta con un medidor de volumen, uno de correlación (imagen estéreo), y también puede visualizarse el espectro frecuencial completo del canal o grupo sobre el que se coloque. Respuesta en frecuencia de tus escuchas: Por si el problema anterior no fuese suficiente, se suma el de la respuesta en frecuencia. La respuesta en frecuencia es la capacidad que tiene un sistema de audio para reproducir todas las frecuencias de sonido con la misma intensidad y fidelidad. Cuando hablamos de monitores de estudio, la respuesta en frecuencia puede variar debido a varios factores, como la calidad de los componentes, el diseño del circuito, la construcción del gabinete, la posición de los altavoces y la calibración del dispositivo. Los fabricantes de monitores de estudio tienen como objetivo producir un monitor que proporcione una respuesta en frecuencia lo más plana y precisa posible. Sin embargo, es posible que algunos fabricantes apliquen cierta ecualización para mejorar el rendimiento de sus monitores en ciertas áreas del espectro de frecuencia, o para compensar posibles deficiencias en su diseño, por eso cada monitor tendrá una respuesta en frecuencia diferente. El problema con que la respuesta en frecuencia varíe de sistema en sistema es que la misma canción no va a sonar igual en dos dispositivos con distinta respuesta en frecuencia. Pero ese no es el problema, al fin y al cabo, todas las producciones profesionales son escuchadas por millones de personas en dispositivos diferentes, el problema es que los altavoces de estudio en los que trabajas y haces tus mezclas, a no ser que sean de respuesta en frecuencia plana, también actúan así; aumentan y disminuyen ciertas frecuencias sin que lo sepas. Para que se entienda bien todo lo que he dicho, un ejemplo: puede que la respuesta en frecuencia de tus monitores aumente el volumen +1.5 decibelios en 70Hz y atenúe 4 decibelios en 14.000Hz… ahí es donde está el problema, en que tus propios monitores te están dando una información que no es objetiva ya de fábrica. Hay soluciones a esto, aparte de adquirir monitores con respuesta en frecuencia plana. • La primera sería buscar en internet la respuesta en frecuencia de los monitores con los que sueles trabajar, y que crees en tu DAW un “preset” en el ecualizador de tu preferencia con valores opuestos a los de tu respuesta en frecuencia (si tus monitores suben 2 decibelios el rango de frecuencias de 80 a 110 Hz, tú los atenúas 2 decibelios en el mismo rango de frecuencias) y lo coloques en el master. Con esto conseguiremos que la señal que salga por nuestros monitores sea, en teoría, más objetiva (plana).
• Otra sería simplemente conocer bien tu equipo y acostumbrarte a él. Escuchar cientos de producciones que te gusten, o del estilo que te gustaría producir, hasta que sepas cómo tienen que sonar esos géneros musicales a través de tus monitores. Mezcla en auriculares: Por último, voy a hablar sobre si es conveniente o no mezclar con auriculares, porque suele ser tema de debate y quiero dar mi punto de vista al respecto. Si bien es cierto que hay muchos artistas de renombre que aseguran haber mezclado x o y canción únicamente con auriculares, que hay auriculares con respuesta en frecuencia plana que están diseñados para utilizarse en mezcla, y que hay ciertas “ventajas” interesantes con respecto a mezclar en monitores, como no tener reflexiones de sala, considero que los auriculares deben ser una herramienta de apoyo en el estudio, y no deben usarse como escucha principal. Usar auriculares como herramienta de apoyo resulta verdaderamente útil; con ellos podemos detectar problemas o ajustar detalles que se nos hacen muy difíciles de percibir en nuestras escuchas principales, aparte de ser también una forma de estuchar nuestra mezcla desde otra perspectiva, ayudándonos a realizar ajustes menores pero necesarios, como volúmenes o paneos. Creo que el modo correcto de actuar siempre es utilizar monitores de estudio durante los procesos creativos y de mezcla, e ir alternando con los auriculares para comprobar que la mezcla suene correctamente también en ellos. No recomiendo realizar ningún proceso creativo, como el de elegir los sonidos que conformaran nuestra canción, ni hacer gran parte del proceso de mezcla utilizando auriculares. Algunos motivos son que, personalmente, encuentro que mis mezclas quedan siempre desbalanceadas en volumen cuando mezclo únicamente usando mis auriculares, sobre todo las percusiones, quedando estas a mucho mayor volumen del necesario (probablemente por la respuesta en frecuencia que poseen mis auriculares). También suene sucederme que los sonidos que escojo en el proceso creativo suenan bien en auriculares, pero mal en mis monitores, cosa que no pasa si escojo sonidos en mis monitores, pues haciéndolo así, estos suelen sonar perfectamente tanto en un dispositivo como en el otro. El resumen es que los auriculares “engañan” mucho en estos aspectos. Son muy útiles a la hora de detectar pequeños problemas, como solapamiento de frecuencias, o exceso de efectos como delays o reverbs, pero el resultado de crear y mezclar desde cero una canción en auriculares, desde mi experiencia personal, nunca es aceptable ni profesional. Al final cada uno hará lo que crea conveniente y lo que le funcione. Puede que alguien leyendo esto lleve años creando y mezclando música en auriculares y le vaya estupendamente, puede que el problema sea de mis auriculares en concreto, o puede que ambos llevemos parte de razón, el punto es que mucha gente comparte mi punto de vista y que, de momento, lo seguiré manteniendo.